Episodio 8. Linajes

La batalla se intensifica a medida que el Conejo Blanco, potenciado por una dosis masiva de sangre de demonio, se convierte en un monstruo casi imparable. Mientras Dante y Mary se enfrentan a la bestia, Enzo se sacrifica tratando de proteger a Dante, lo que marca un punto de inflexión emocional. Durante la pelea, Dante se entera de que desbloquear el verdadero poder de la espada Sparda requiere la sangre de los tres miembros de la familia: él mismo, su madre y su hermano gemelo, Vergil, quien se revela que está vivo. Mientras tanto, el vicepresidente Baines intensifica las cosas al anunciar públicamente la existencia de demonios y presentar "Operación Infierno", un esfuerzo de guerra a gran escala para combatir las fuerzas del infierno. A medida que el caos se extiende y la confianza se fractura entre las filas, Dante derrota al Conejo Blanco usando una estrategia inteligente, preservando el amuleto y la espada Sparda. Sin embargo, la amenaza inminente de Vergil y la activación completa de la Puerta del Infierno proyectan una pesada sombra sobre el mundo.